Sguro que te has planteado también más de una ocasión aumentar la seguridad de tu casa para que tú y los tuyos duerman tranquilos y no tengan que mirar atrás cuando se vayan de vacaciones.
Por eso en este artículo te quiero dar 4 consejos de seguridad para que tu casa esté siempre más segura.
¿Sabes? Te podría dar mil y un consejos para que aumentaras la seguridad de un hogar, pero este es el primero que debes cumplir si lo que quieres es mejorar tu situación. Por ello, lo primero que debes hacer es poner en práctica una conducta que no te exponga y que no invite a los malos a venir cuando estés fuera. Y más importante todavía es que no te conformes con aplicarlo unos días y olvidarte. Tiene que mantenerse ahí.
Todo hogar tiene una serie de puntos débiles que son los primeros que debes cuidar si quieres garantizarte la seguridad en casa.
¿Cuáles son? Los que dan al exterior: puertas y ventanas.
Como a las puertas les dedicaré un apartado después, ahora te quiero contar cómo las ventanas se pueden convertir en una invitación a la luz y a la brisa a entrar o como una llamada a los malos para llevarse todo lo de dentro. Por eso es fundamental que refuerces estos espacios con barrotes, con persianas y cerrojos. Al final todos estos elementos actúan de manera disuasoria. Sé que tienes en la mente una imagen de un ladrón muy malo y que quiere robar mucho, pero también es pragmático: preferirá robar donde lo tenga más fácil.
Por lo tanto, si tu hogar está más protegido que el de al lado, lo elegirán a él.
Este consejo sigue el hilo que el anterior. Aunque hay bandas que entran en un hogar sin preocuparse por nada, la mayoría de los ladrones quiere realizar el robo en paz y con tranquilidad. Por ello no quieren entrar cuando haya nadie. Esto es una complicación para efectuar su acto. Así que si cuando te vas de vacaciones o a trabajar das la sensación de que continúas en el hogar seguro que prefieren elegir a otro.
Aunque hay bandas que entran en un hogar sin preocuparse por nada, la mayoría de los ladrones quiere realizar el robo en paz y con tranquilidad. Por ello no quieren entrar cuando haya nadie. Esto es una complicación para efectuar su acto.
Te iba a decir que cuidaras de tu puerta como si fuera tu mejor amigo, pero es que estoy seguro de que a tu mejor amigo no le cuidas tan bien como se merece tu puerta.
Así que simplemente cuida de tu puerta como se merece la puerta. Es decir, como se merece el último reducto que protege tu hogar y a los tuyos de los malos.
Y después de este galimatías tan extraño, te quiero proponer un par de consejos que te ayudarán a mejorar su protección:
Si ya lo decía tu abuela, mejor será que le hagas caso, ¿no crees? Cuando el daño ya está hecho no podrás hacer nada. Sabes tan bien como yo que los bienes perdidos difícilmente van a volver. Sin embargo, sí que puedes actuar antes. Si pones todas estas pautas en práctica desde este momento y adoptas una conducta que te ayude a disuadir la acción de los ladrones, conseguirás los resultados que estás esperando. Lo más importante es que no sea solo flor de un día, sino que a partir de este momento se convierta en costumbre.